21 feb 2011

Un fanzine

Ha surgido la idea de armar una publicación durante la Expedición. Se haría con los métodos más rápidos y baratos: PDF y fotocopias. Cero copyright: reproduzca ud. tantos ejemplares como necesite.

Los expedicionarios, que cada vez somos más (¿quién lo iba a decir, eh, Leo?) iremos mandando material, crónicas, entrevistas, poemas, dibujos, fotos, mapas, lo que sea, lo que surja durante el camino, a Paula Giorgi y Bárbara Visconti, las chicas de Tormenta, que irán editando el fanzine, diseñando y produciendo sus páginas con absoluta libertad editorial.

Los expedicionarios, al parecer, no veremos cómo va quedando el trabajo hasta el final, hasta la llegada, cuando se hayan diseñado y producido las últimas páginas. Evidentemente, colgaremos el PDF aquí para que quien lo quiera lo tenga.

Todo indica, también, que por el camino seguiremos con este blog... y tal vez con otros. Toda expedición genera un archivo: mapas, diarios de viaje, dibujos, teorías, explicaciones, fotos, video, audio, muestras de plantas, animales, objetos; uno nunca sabe, y eso es lo bonito, qué encontrará durante el viaje. Es posible que parte de ese archivo consista en las obras que luego lleguen componer la parte muestra de esta obra-curaduría-muestra que es la Expedición.

13 feb 2011

Toldo/1

Cuando empezamos con esta idea, con la de la Expedición y la de salir de las rutas habituales para encontrarnos con los artistas que transitan por otros caminos, o viven en otros lugares, se nos ocurrió que necesitábamos un lugar, un espacio para nuestras conversaciones con ellos. Pensábamos en un escenario móvil, que marcara también el paso del tiempo de la conversación. De ahí vino la idea de utilizar un toldo que hiciera sombra, y que esa sombra fuera el lugar para sentarse a hablar.
Hablé con Zina Katz, artista textil, para ver si a ella le interesaba curar ese toldo, que igual que la Expedición es una obra, una muestra, una curaduría. Hace unos días, Zina me pasó la lista de artistas que estarán haciendo los distintos parches del toldo.

  • Fernanda Aquere (Santa Fe)
  • Mariela Aquilio (San Antonio de Areco)
  • Graciela Altieri (Neuquén)
  • Lucila Amatista (BsAs)
  • May Borivinsky (BsAs)
  • Tamara Burlando (BsAs)
  • Elena Dotta
  • Alicia Esquivel (BsAs)
  • Laura Ferrando (BsAs)
  • Ailin Fernández (Neuquén)
  • Dolores Franza (BsAs)
  • Grupo Tocas (BsAs)
  • Nadia Guthmann (Río Negro)
  • Daniel Juarez (Bs As)
  • Zina Katz (BsAs)
  • María Elena Machuca (Santa Fe)
  • Silvia Millet (BsAs)
  • Milton Paz Montes (BsAs)
  • Kela Podestá (BsAs)
  • Daniel Oberti (Santa Fe)
  • Ingrid Roddick (Río Negro)
  • Mecedes Schamber (Río Negro)
  • Florencia Stecconi (Gral Roca, Río Negro)
  • Berta Teglio (BsAs)
  • Aaron Terry (San Francisco, EEUU)
  • Jose Luis Tuñon (Chubut)
  • María Villanueva (BsAs)

Conforme vayamos recibiendo los parches, las obras que conformaran esta obra y muestra, iremos colgando fotos y más información.

8 feb 2011

Influencias y conexiones / 3

LA MUESTRA AMBULANTE
La Plata
Todas nuestras conversaciones con Roger desde hace ya un año que nos conocemos, han estado siempre atravesadas por preguntas o reflexiones que son recurrentes: el nomadismo como una ética de vida y también una estética; el arte como posibilidad de construcción de esa ética; la política y lo social como construcciones estéticas, también la economía; la ciudad y los modos de habitarla…
Si tuviera que desplegar un mapa de esas conversaciones, elegiría estas palabras como postas de ese viaje:
nodo - red - rizoma - aventura - intercambio - traducción - mercado - relación -mapa - poema - concepto - intemperie - refugio - habilitar - pensar - tiempo - fe - amistad - amor - tribu



Pensar o mejor dicho aventurarse en esta Expedición es otra manera de seguir pensando las propias prácticas. De allí que desde el principio no he dejado de pensar en la Muestra Ambulante y en los infinitos diálogos posibles entre uno y otro proyecto.
La expedición como una extensión de la Muestra Ambulante (como una suerte de inversión del viaje: ya no desde BsAs a La Plata, sino desde La Plata a BsAs) o La Expedición como el recorrido de otros viajeros cuya cartografía va superponiéndose, ampliando-conectando esta otra que es la Muestra Ambulante en la ciudad de La Plata.

Expedición / Ambulante, dos conceptos que nos llevan directamente a la idea de viaje, de movimiento, de recorrido.
Recorrido no es lo mismo que andar. Un recorrido supone tres niveles diferentes:
1-Recorrido como el acto de atravesar un espacio, la acción de andar
2-Recorrido como la línea que atraviesa ese espacio, es decir el paisaje que encontramos y construimos en ese andar (el contexto)
3-Recorrido como el relato de ese espacio atravesado, es decir la estructura narrativa que se va construyendo en ese andar.
(esto es Francesco Careri en “Walkscapes. El andar como práctica estética”)




1-ANDAR “(…) acción de atravesar un espacio que nace de la necesidad natural de moverse con el fin de encontrar alimentos e información indispensable para la supervivencia(…)” (F. Careri)

Desde el flâneur del siglo XIX, pasando por los dadaístas, surrealistas, letristas, situacionistas, landaristas a algunos de los artistas relacionales de los que nos habla Bourriaud, el andar aparece como única posibilidad de construir otra supervivencia en la ciudad. Como otra manera de trastocar lo que se nos presenta como inamovible, como rutina, como obligación, como imposición. El andar como gesto político de subversión de lo oficial que nos oprime y aliena, que nos imprime en los cuerpos el cómo recorrerla, el cómo vivirla.
Tanto la MA (muestra ambulante) como LE (la expedición) parten de la idea del andar como práctica estética. No es azaroso el territorio que propone, es caprichoso. Hay una elección, un recorte de cuál es el territorio en el que nos desplazaremos: el camino que traza la vía desde Constitución a La Plata o un barrio en la ciudad de La Plata. Lo que importa es una actitud nómade que va más allá del espacio geográfico. Una actitud que supone disponerse al movimiento en un sentido filosófico, una apertura a encontrarse con el otro, a dialogar con el otro, a ser partícipe.
Tanto en LE como en la MA hay un mapa inacabado, un mapa que podrá asumir múltiples formas.
Los Situacionistas nos proponían reglas de juego para liberar la actividad creativa de las constricciones socioculturales, nos proponían situaciones donde el juego fuera la posibilidad de proyectar acciones estéticas y revolucionarias que atentaran contra el control social. LE y la MA nos proponen un mapa donde a modo de red, las paradas, los nodos, funcionan como remansos donde detenerse y escuchar, pero también pensar y hacer. Espacios donde el otro se sienta habilitado, partícipe, productor.


2- EL CONTEXTO (…) el paisaje como el acto de transformación simbólica, y no sólo física, del espacio antrópico (…) (F. Careri)

Si pensamos LE y la MA como un recorrido y ya no sólo como el andar, el deambular o la deriva, el territorio que se propone para esa travesía empieza a adquirir una significación especial. Ambos proyectos van al encuentro con lo que allí hay. Ambos proyectos proponen un territorio que justamente se escapa de los circuitos instituidos para el arte, porque lo que buscan no es la exposición, el despliegue de UNA obra sino la construcción colectiva de una obra. No hay obra a priori, hay voluntad y deseo de dialogar con los otros, de intercambiar, de sorprenderse, de transformarse. Con y en el paisaje.
Muchas veces dijimos “la muestra ambulante es una obra hecha de muchas otras obras”, es una red que se despliega en un espacio y un tiempo determinado, en el que todos aquellos que habitan ese tiempo y ese espacio actúan: los artistas pasando de la exposición a la relación, el público de la contemplación a la acción. El espacio es el garage de un vecino, una verdulería, una ferretería, la vereda, la calle, la plaza. Los actores: un pintor, un performer, un bailarín, un carpintero, un cocinero, un niño, una abuela, un gasista, un oficinista… No hay posibilidad de habitar la muestra sin involucrarse. Es un tiempo en el que el paisaje se transforma. Por más que al terminar la muestra el barrio vuelva a su tiempo, a su dinámica rutinaria, hay una memoria que subyace en los nuevos imaginarios simbólicos que allí se construyen.
La MA es una obra inacabada, que perdura más allá del tiempo en el que sucede. Es la intervención en una red que ya existe pero que no será la misma luego de cada MA.
LE se propone también como una obra hecha de muchas obras. Cada parada en la travesía es la posibilidad que esas otras obras sucedan. Por tanto es también una obra inacabada. Una obra que no sabemos cómo será ni qué transformaciones simbólicas provocará.
Ese carácter de inacabado habla no sólo de una manera de entender el arte, sino también del modo en que el contexto es parte de la obra. De qué encontramos y qué construimos en ese andar.


3- EL RELATO
Cuando uno decide ponerse a andar, emprender un viaje, no sólo despliega toda una logística para llevar a cabo esa empresa, sino también una manera de desplegarlo en el tiempo y el espacio. Es decir una manera de narrarlo. Y si pensamos ese viaje no desde la concepción del viajero-turista, sino del que traza un recorrido ese relato ya no será un solo relato sino muchos relatos. Una estructura narrativa compuesta de múltiples temporalidades y experiencias. Este blog nos habla especialmente de ese estado de permanente boceto del relato. Hay una idea original pero que rápidamente se vuelve imperceptible porque lo que importa ya no es el origen de la idea, ni el autor de la idea, sino todas esas voces que entran en diálogo. Como una gran construcción de estratos superpuestos y conectados, una red inacabada de múltiples relatos que se conectan y alimentan entre sí, una red con múltiples entradas y salidas.
Esa multiplicidad –tanto en la MA como en LE- no sólo están vinculadas a la diversidad e imprecisión de cuántos serán parte de ese recorrido, si no también a que ambos proyectos suponen dos espacios: un espacio del estar (las paradas, los hitos donde detenerse) y un espacio del andar (los caminos que vinculan esas paradas). Las voces no son las mismas en cada espacio, el tiempo tampoco.

¿Es posible –entonces- dibujar un mapa para este tipo de viaje que nos propone LE y la MA?
Me quedo aquí imaginando otros post para La Expedición...

Para conocer más de la Muestra Ambulante

muestra ambulante, el blog
dani badenes, un grieto
la vaca, mi blog

5 feb 2011

Inventar una tribu

Nadie hace el amor con amor sin constituir para sí, con el otro o los otros, un cuerpo sin órganos. Un cuerpo sin órganos no es un cuerpo vacío y desprovisto de órganos, sino un cuerpo cuerpo en el que lo que hace de órganos (¿lobos, ojos de lobos, mandíbulas de lobos?) se distribuye según fenómenos de masa, siguiendo movimientos brownianos, bajo la forma de multiplicidades moleculares. El desierto está poblado. El cuerpo sin órganos se opone, pues, no tanto a los órganos como a la organización de los órganos, en la medida en que ésta compondría un organismo. No es un cuerpo muerto, es un cuerpo vivo, tanto más vivo, tanto más bullicioso cuanto que ha hecho desaparecer el organismo y su organización. Unas pulgas de mar saltando en la playa. Las colonias de la piel. El cuerpo lleno sin órganos es un cuerpo poblado de multiplicidades. El problema de inconsciente no tiene nada que ver con la generación, y sí mucho con el poblamiento, la población. Es un asunto de población mundial en el cuerpo lleno de la tierra, y no de generación familiar orgánica. "Adoro inventar hordas, tribus, los orígenes de una raza... Regreso de mis tribus. Por ahora, soy hijo adoptivo de quince tribus, ni una más, ni una menos. Y son mis tribus adoptivas, porque las quiero a todas más y mejor que si hubiera nacido en ellas". Nos dicen: ¿pero el esquizofrénico no tiene también un padre y una madre? Sentimos decir que no, que como tales no los tiene. Sólo tiene un desierto y tribus que lo habitan, un cuerpo lleno y multiplicidades que se aferran a él.


Mil Mesetas, p. 37 (un capítulo hermoso sobre lobos y manadas)

Un cuerpo sin órganos vendría a ser una tribu, una manada.

Creo que por ahí andamos, ¿no? Yo no puedo hacer contigo el amor sin amor. Siempre habrá amor. La Expedición es a través de un desierto (por supuesto, poblado) en busca de otras tribus. Había olvidado esto de las tribus adoptivas. Estaba perdido. Con suerte, algún día me adoptará tu tribu. Para eso, tendré que aprender sus rituales, beber sangre con ellos, tatuarme el cuerpo con sus símbolos. Una tribu es una red distribuida. Sólo hace falta un link para entrar y empezar a pertenecer. Tú y yo estamos convirtiéndonos en la tribu adoptiva uno del otro. ¿Te fijas cómo no hay romanticismo en este planteamiento? Hay, si cabe, sociología, teoría de redes, sistemas complejos. Parasitaje mutuo, voluntario en las dos direcciones. en múltiples direcciones. Intercambio de parásitos.

Azu me habló brevemente la otra noche sobre una defensa del parásito. El parásito en su lado positivo, escapar de la connotación negativa, popular, médica institucional, normativa.

El esquizofrénico en Deleuze lo es porque sus alianzas son múltiples. Así, tiene múltiples personalidades. Su problema no es familiar (la familia edípica de Freud), no se trata de arrastrarlo al seno de la familia, obligarlo a estarse quieto ahí, prohibirle sus salidas al desierto a encontrarse con sus tribus. La familia es orgánica en el sentido de una serie de alianzas limitada, interior. Lo que Deleuze defiende son las alianzas exteriores. No hacia adentro, sino hacia afuera. El inconsciente no es personal sino colectivo.

¡Dios, qué perdido he estado! ¡Cuántos años deambulando solo por el desierto, muriendo de sed! Me había metido en una situación en la que se me pedía que creara una familia, cuando lo que yo quería, lo que me pedía el cuerpo, era formar tribus, inventarlas, que me adoptaran otras tribus, vivir con una, vivir con otra otro tiempo, Viajar de una a otra. Sumar. Adherirme.

2 feb 2011

Influencias y conexiones/2

DIY

Do It Yourself—Hágalo Ud. Mismo



Tanto Leo como yo venimos del punk de los 80. Sí, el punk es de los 70, pero floreció como movimiento artístico juvenil independiente en los 80. ¿Que pensabas que el rock tenía que ser más duro, más salvaje, más rápido, con menos florituras y orquestaciones? Aprendías a tocar 2, 3, 4 acordes, tus amigos hacían lo mismo, algún loco le pedía la batería a su hermano y ya tenías una banda. A partir de ahí, era cuestión de ingenio, de ganas, de ira, de lanzarse a ver mundo.

Las discográficas no querían tener nada que ver con esa basura hecha en casa, ese ruido. Así que surgieron montones de músicos, productores, técnicos y pequeños empresarios que montaron micro-discográficas. Algunas bandas te vendían un cassette con la tapa fotocopiada, reproducido en una consola casera. Otras tenían su primer EP y lo promovían con orgullo. En EEUU, donde yo vivía (y trabajaba en un galpón donde tocaban estas bandas de martes a domingo), las bandas salían de gira a la primera oportunidad. Sólo hacían falta las ganas y una camioneta. Con el dinero de las entradas y de los discos que vendían se pagaban la gasolina y la comida. No había para más. En cada ciudad en la que paraban, comparaban su agenda de contactos con las de otras bandas, con las de los amigos que iban haciendo. Así, con una llamada por teléfono, conseguían alojamiento en casa de alguien en la próxima ciudad y un recital en cualquier sitio de los muchos que había.




Los fanzines proliferaban con el mismo método. Se juntaban dos o tres; uno dibujaba, otro escribía, otro lo ordenaba todo (más o menos), luego se reproducía por fotocopias. Por un dólar tenías las últimas noticias de la movida punk local, comics, fotos, poemas, agenda de recitales, textos políticos, lo que fuera. Se imprimían camisetas. Se hacían las ilustraciones para los discos. Todo lo hacíamos nosotros mismos con presupuestos de risa.

Fue un movimiento hecho totalmente a pulmón, como dicen aquí. De ahí nos viene esta cosa del DIY.

Pienso en la fotógrafa Nan Goldin, más punk que ella no sé si hay. En Thomas Hirschhorn, con sus instalaciones a base de materiales cutres y la participación, alguna vez, de la gente del barrio.

Además, el viaje, a menos de que uno pague (o le paguen) los paquetes turísticos o la vida de lujo, siempre es DIY. La familia de 5 que se alquila un departamento para 3 en la playa va con el coche cargado hasta los dientes a algún sitio de la costa a pasar un par de semanas. La chica que ahorra lo que puede y, con sus amigas, carga la mochila para lanzarse a ver otras regiones. El chaval que se consigue un empleo de mierda en otro país simplemente para conocerlo. Hágalo Ud. Mismo, hágalo como pueda.

Casi todas las bandas punk que conocí han sido olvidadas. O eso pensaba yo hasta hace un par de semanas, cuando hablé con un chico de 21 años, un joven poeta que estudia en el San Francisco Art Institute, ¡y él sabía muchíííísimo más de esas bandas que yo! Y toda esa movida era su inspiración y su ejemplo. El ADN de aquel movimiento sigue circulando por la cultura.